Nuestra primer visión de todo esto es que Sanar y Curar es lo mismo, parecen sinónimos, para la mayoría de la gente no podría distinguir entre una y otra alguna diferencia. Y dado que no podemos distinguir las diferencias acudimos siempre a curarnos, aunque las causas de nuestros padecimientos sigan activas o pasivas en nuestro interior. Tan latentes como presentes y esperando tarde o temprano manifestarse.
Y Porque nos enfermamos:
Porque vivimos en el pasado mucho tiempo sin Cerrar Ciclos, sin Perdonar, sin perdonarnos, con odio, con resentimientos, cargando un exceso de peso que no nos corresponde, cargar todos los días de muestra vida. Eso provoca que el estrés altere definitivamente nuestro sistema y la química corporal se dispare constantemente provocando disfunciones impredecibles, dicho por el Dr. Hamer el vernos expuestos a esta habitualidad es lo que provoca muchas de nuestras peores y más temidas enfermedades.
Se dice que "La sanación es muy poco atractiva", para quien le gusta hacerse pasar por victima ya que implicaría el dejar de serlo y “seguir atesorando tus resentimientos que tan bien te sirven.
Algunos de los impedimentos para la SANACIÓN pueden ser:
Renunciar a vivir en el pasado, dejar de ser víctima, y el miedo al cambio. Dirigir el pensamiento y la energía hacia el pasado desvía la fuerza vital de las células y los órganos que necesitan esa energía para sanar o simplemente para funcionar correctamente-
La Sanación implica el perdón, cerrar ciclos, vivir en el presente, recuperando la energía de los traumas y heridas del pasado.
Negarse a perdonar un evento o a una persona del pasado produce fugas energéticas del cuerpo.
El perdón sana estas filtraciones. El perdón no implica el no responsabilizar a otros por las heridas que causaron en tu vida.
Tiene más que ver con "liberarnos de la percepción de dolor y victimes" que tanto drena nuestra energía, nos pone en vibración negativa y nos hace atraer justo lo que conscientemente no queremos en nuestras vidas. O sea más personas que nos hagan “daño o abusen”
Cuando podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje o un desafío en lugar de una traición personal, la energía vital fluye de vuelta a los circuitos de energía del cuerpo físico.
Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder con sus heridas porque han encontrado que atrae el apoyo de otros. Sin darse cuenta que recibe la conmiseración de aquellos que lo ven como víctima y esa conmiseración lo hace con el tiempo más débil ya que vive de la energía de los demás.
Tus heridas se convierten en un medio de manipular y controlar a los demás.
Generalmente, la recuperación requiere hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, y relaciones.
El cambio puede ser aterrador.
El cambio es alarmante, y la esperada sensación de seguridad, cuando la única manera de adquirir ese sentimiento de seguridad es entrar en el torbellino de los cambios y salir por otro lado, sentirse vivo otra vez.
La sanación requiere acciones contundentes que te lleven a cambiar tu estado y sobre todo tu Conciencia Cósmica.
Por lo tanto, guardar reposo, comer adecuadamente, hacer ejercicio y tomar los medicamentos correctamente, contribuyen a los procesos de Curación
Mientras que Soltar el pasado, perdonar y perdonarte, comunicar tus molestias y aquello que emocionalmente te hace daño, dejar puestos de trabajo estresantes o relaciones inadecuadas, son acciones que sostienen la energía del cuerpo y por ende obran en tu Sanación.
Incluso algunos toman su proceso de muerte como un acto de sanación de viejas heridas que son liberadas resolviendo asuntos pendientes con los seres queridos.
En definitiva:
Cuando nuestros actos y nuestras acciones inciden sobre las causas estamos trabajando en procesos de Sanación y cuando inciden sobre los efectos, estamos trabajando sobre la Curación.
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