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Si amas a una Mujer o un Hombre. Te invitamos a que te enamores de lo que significa su SER, no solo

No ames solo al ser Humano…. (PRIMERA ENTREGA)

Amar al “SER” del humano es aceptar la oportunidad de conocer verdaderamente su esencia y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas de la personalidad; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y sus alegrías, su dolor y sus anhelos.

Es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible, acompañado o solitario, hambriento de expresiones legítimas, de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera que le haga sentirse en casa.

Es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente con tales vacíos y carencias de sentido y dirección, que no puede confiar ni en sí mismo.

Es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad esencial, y apreciar honestamente su infinita divinidad como una expresión única e irrepetible de la Creación Universal.

Amar al “Ser” del humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto, honrando su verdad.

Aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta al confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado.

Es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, ejerciendo su libre albedrío, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera.

Apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas.

Es valorarlo por ser quien es, no por como tu desearlas que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.

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